Pocos son los cuentos infantiles ambientados en la Prehistoria. Una excepción de “Ug: el pequeño genio de la Edad de Piedra”, de Raymond Briggs. A través de este relato el autor introduce ideas y reflexiones muy útiles tanto para niños como para adultos, pensamientos que darán qué pensar a más de uno. Ug es un niño cuya mentalidad parece pertenecer a una época muy posterior a la que le toca vivir: la Edad de Piedra. Ug idea inventos tan variopintos como la rueda o los barcos, y sugiere actividades como cocinar a los cocinarlos, sin que ninguno de ello prospere. La culpa de ello la tienen los adultos de su entorno, quienes no entienden para qué sirve todo ello y lo critican. Ug verá así reprimida su creatividad y sus herramientas de prosperidad se verán condenadas al olvido… Algo que tristemente ha sucedido reiteradamente a lo largo de la Historia y en todas las épocas. Y es que debemos de dejar de lado los prejuicios y abrazar cualquier idea que nos permita progresar y mejorarnos. Dar la bienvenida al progreso sin condiciones, una filosofía que le permitió a este libro ser finalista del Premio Nestlé.
Los duendecillos son seres fantásticos a menudo simpáticos y con buenas intenciones, pero a los cuales a veces los niños temen porque simplemente se inmiscuyen sin avisar en sus vidas. Esto es lo que suele hacer Dick, un pequeño duende de muy buen carácter y voluntarioso, que a pesar de ello debe esconderse de las miradas de los humanos. Dick habita una mansión de la campiña inglesa en plena Guerra Civil. Éste se encarga de barrer de vez en cuando y evitar que sucedan desastres, todo sin mostrarse a los demás y sin recibir agradecimientos por ello. Los nuevos propietarios de la casa son menos supersticiosos que los anteriores, y por eso para ellos lo sobrenatural y fantástico pierde fuerza. Su fe, no obstante, la recobrarán cuando Hobberdy ayude al hijo de la familia a conseguir el amor de la chica a la que quiere, y cuando salve a la hija de que unas brujas la secuestren. Como podemos imaginar, un fabuloso relato de un género bien conocido y representativo de la literatura infantil británica, la fantasía y la magia englobadas en situaciones realistas. Y todo esto a cargo de una experta en el campo del folclore y la tradición ingleses: Katharine M. Briggs.
Raymond Briggs siempre ha sabido explotar en sus libros personajes concretos que calan entre los lectores más pequeños. Mientras que su célebre Papá Noel repartía regalos que ilusionaban a los niños, Fungus el coco (o Bogeyman en su versión original) aporta cosas que todos los demás repelen. Este ser es sucio y viene de los infiernos para llevar a la ciudad olores, estiércol y podredumbre. Fungus no entiende por qué todo aquello que lleva a los humanos los ofende, y no se siente querido. Pero Fungus no es tan diferente de cualquier humano, pues dentro de su ideología vive como mejor puede, tiene una familia a la que adora y se entretiene como cualquier otro ser. Además, incluso muestra un cierto refinamiento por la poesía. Este carismático personaje impactó en los años 70 en Inglaterra y pronto se convirtió en un libro de culto, y sirvió a muchos niños y adolescentes para reivindicar sus valores de libertad y falta de preocupación.
“El muñeco de nieve” es una de esas historias asociadas a la Navidad cada vez que ésta llega. No obstante, Raymond Briggs no la creó con la intención, puesto que el relato puede darse siempre que haya un bonito paisaje nevado. El niño protagonista sale a hurtadillas de su casa por la noche para jugar con el muñeco de nieve, el cual cobra vida. El muñeco es bondadoso y además no está frío como el resto de la nieve. No obstante, hay cosas que no puede hacer para no derretirse. A pesar de ello, juntos el niño y el muñeco descubren un mundo de posibilidades. Sobre todo cuando el muñeco le demuestra que puede volar y le enseña paisajes inspirados en el propio hogar del autor. Cuando la nieve se derrite el muñeco desaparece, pero el niño sabe que volverá. Por ello, el final es agridulce pero esperanzador, típico de Briggs. Igualmente sucede con sus dibujos afables y su conexión con los más pequeños.
Papá Noel es un personaje incluido en prácticamente todas las culturas de todo el mundo. El libro de 1973, de Raymond Briggs, pretende humanizar la figura de este entrañable icono navideño. Para ello, añade situaciones cómicas y cotidianas a la vida de Papá Noel. Este señor se enoja cuando tiene que salir a trabajar y hace mal tiempo, y lo paga insultando cariñosamente a sus renos. Vive en una casa normal y corriente, en el Ártico, y se muestra como un hombre un poco desordenado. Le encantaría vivir en un lugar cálido, y disfruta con la comida y bebida que le dejan en las casas cuando las visita. Además, tiene miedo de llegar a casas cuyo acceso no esté bien preparado. Se trata de un libro imprescindible para que los niños no le tengan miedo a Papá Noel, al tiempo que se convencen de la forma de trabajar de éste y de lo importante que es portarse bien para recibir sus regalos.