Raymond Briggs siempre ha sabido explotar en sus libros personajes concretos que calan entre los lectores más pequeños. Mientras que su célebre Papá Noel repartía regalos que ilusionaban a los niños, Fungus el coco (o Bogeyman en su versión original) aporta cosas que todos los demás repelen. Este ser es sucio y viene de los infiernos para llevar a la ciudad olores, estiércol y podredumbre. Fungus no entiende por qué todo aquello que lleva a los humanos los ofende, y no se siente querido. Pero Fungus no es tan diferente de cualquier humano, pues dentro de su ideología vive como mejor puede, tiene una familia a la que adora y se entretiene como cualquier otro ser. Además, incluso muestra un cierto refinamiento por la poesía. Este carismático personaje impactó en los años 70 en Inglaterra y pronto se convirtió en un libro de culto, y sirvió a muchos niños y adolescentes para reivindicar sus valores de libertad y falta de preocupación.