El universo de Anthony Browne siempre ha destilado un aura misteriosa a la vez que fascinante. En él conviven animales y hombres, en cierto modo, para demostrar la diversidad de nuestra sociedad y criticar las barreras que inconscientemente nos separan a unos de otros. En “Un paseo por el parque”, cuatro simios pasean por diferentes parques. Por otro lado, los humanos se encuentran en el parque mientras pasean a sus perros. De una parte se encuentra el señor Smith con su hija Smudge y su perro Albert; de otra, la señora Smythe pasea con su hijo Charles y su perra de raza llamada Victoria. Los Smith son humildes, y los Smythe apoderados. A medida que se desarrolla la historia tanto los perros como los niños superan sus diferencias y se hacen amigos. No obstante, esto no sucede nunca con los adultos. La atmósfera también es cambiante, pues las diferentes estaciones del año se manifiestan en el parque. Browne critica así los valores arraigados en nuestra sociedad y que nos impiden tener una mejor convivencia con el prójimo.