Muchos acontecimientos a lo largo de la historia han hecho a la gente posicionarse en contra de su voluntad, y enfrentando a amigos o incluso familiares. “Del otro lado de las barricadas” nos ofrece un ejemplo de ello, localizando la historia en el conflicto entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte. Kevin es católico y Sadie es protestante, pero ambos disfrutan de muchas cosas en común que agranda su amistad. A causa de las peleas entre bandos, tiempo atrás los dos protagonistas eran enemigos. Pero ahora son más reacios a renunciar a su relación. Esto provoca que Kevin sea atacado y herido, lo cual hará que se replantee su futuro. Sadie y Kevin acuerdan que, si quieren seguir juntos, deben irse de Belfast. De esta forma, se pone de manifiesto como los acontecimientos históricos separan a mucha gente, y, en definitiva, cómo la realidad social afecta de primera mano a la vida de las personas. Asimismo, también se podrá comprobar lo inútil de los conflictos religiosos porque ninguna fe justifica el infligir daño a otros.
No son muchas las novelas infantiles o adolescentes que generan polémica. “La excursión a Hanging Rock” es una de las que sí, tanto por su temática como por los acontecimientos que la rodearon. La historia se centra en Australia en el año 1900, y las protagonistas son las alumnas del Appleyard College, quienes realizan una excursión a Hanging Rock el día de San Valentín. La atmósfera es en todo momento inquietante y genera un aura de aprensión que no desaparece en ningún momento del relato. Además, los acontecimientos que se suceden no dejan de aumentar la tensión: varias alumnas y una profesora desaparecen para siempre; algunos relojes se detienen; y una alumna enloquece. Las consecuencias para la escuela y la familia son nefastas. La intriga es magistralmente mantenida por Joan Lindsay, quien fue criticada por el misterio sin resolver de la novela. Finalmente, tras fallecer, un epílogo fue publicado y se ofreció una solución a la historia, aunque la novela se sigue considerando un clásico de la literatura oscura para adolescentes.
La ilustradora británica Joan Aiken hace gala de su sensacional cercanía con el público infantil en esta compilación de ocho relatos. “Un collar de gotas de lluvia” contiene historias de lo más curiosas a la vez que chocantes y delirantes. Aiken incluso se atreve con versos atractivos que animarán a los niños a participar de los relatos. Junto a la autora, el ilustrador Jan Pienkowski (famoso por la serie “Meg y Mog”) aporta unas imágenes que congenian a la perfección con lo que se narra. Sus dibujos son misteriosos, haciendo mucho uso de las siluetas, pero también cercanos y que invitan a confiar en ellos. El cuento que da título a toda la obra relata cómo una niña tiene un collar que acumula gotas de lluvia que le permitirán más adelante controlar el clima a su antojo. Pero este es sólo un ejemplo de las muchas alocadas ideas que “Un collar de gotas de lluvia” contiene y que deleitarán a los más pequeños.
“Cuentos de Teddy Robinson” es una de esas entrañables historias sobre osos de peluche inseparables de su amo. En este caso, Teddy pasa todo el tiempo con Deborah. El osito ama a su familia e intenta no despegarse de la niña. No obstante, ésta a veces lo olvida y, curiosamente, surgen nuevas aventuras para Teddy. El osito intentará volver con su dueña y así poder seguir recitándole poesías, una de las cosas que más le gustan al peluche. Las historias van desde fiestas de cumpleaños y visitas a parques de atracciones, pasando por percances como días en el hospital o noches fueras de casa. La serie de Teddy Robinson cosechó muchos éxitos, y, como tantas otras, se basan en vivencias del propio autor. En el caso de Teddy Robinson en la hija de Joan G. Robinson y su oso de peluche.
Las historias de “Massagran”, originalmente en catalán, o “Noteapures” en castellano fueron de las primeras aventuras infantiles populares en esta lengua. El protagonista es un niño ávido de aventuras en parte por sus orígenes, es hijo de un trabajador de las aduanas. Obsesionado con los barcos, Massagran no se detiene hasta que no consigue subir a uno junto a su perro. Las historias se desarrollan en lugares exóticos y tienen todos los ingredientes de las novelas serias de aventuras, pero desfigurándolos para darles un toque humorístico. Además, el hecho de que sean historias cómicas ha ayudado a que los cuentos de Massagran perduren, pues su primera publicación en 1910 se hizo en un ambiente profundamente colonialista y ciertas vertientes ideológicas se remarcan en los cuentos. Su importancia convirtió a Josep Maria Folch i Torres en el primer escritor catalán infantil de éxito internacional.