La relación entre los padres y los hijos resulta siempre complicada, sobre todo porque cada uno posee un punto de vista totalmente antagónico al del otro. Asimismo, los padres suelen obrar mal cuando presionan a sus hijos a ser igual que el resto de niños, o como a ellos les gustaría que fuesen. Este escabroso tema es tratado a la perfección por Robert Kraus en “Leo, el retoño tardío”. Leo es un tigre que todavía no sabe leer ni escribir, mientras que el resto de sus amigos animales sí. Su padre se desespera porque su hijo no está a la altura que se espera de él, y la madre, más paciente, le insta a aguardar el éxito de Leo. Cuando Leo finalmente se desarrolla adecuadamente, sus logros son celebrados. Las ilustraciones del filipino Jose Aruego rebosan humor y retratan muy bien el estado de ánimo de Leo y cómo lo ven sus familiares y amigos. Con este libro se satiriza el comportamiento a veces extremista de unos padres sobreprotectores y obsesionados con la educación de su hijo, y permite a los niños quitarse presión de cara a su rendimiento en la escuela.
La impactante premisa de “El tigre que venía a tomar el té” lo hace un libro infantil necesario a la vez que extravagante. Judith Kerr hizo derroche de su cautivadora imaginación en esta historia donde un tigre se presenta en casa de una familia a tomar té. El recibimiento ya resulta sorprendente, puesto que la familia no se opone a nada. El tigre se bebe el té, pero además acaba con el resto de reservas de comida y bebida. Sophie, la niña, está preocupada, y sólo tiene un momento de alivio cuando el animal marcha de casa. Los padres de Sophie escarmientan y se preparan ante otra posible visita del felino llenando la despensa de víveres. Aunque Sophie y sus padres no tengan miedo realmente de que el tigre pueda dañarlos, el lector se encuentra en constante tensión por ver cómo se desarrollarán todos los eventos. Un excelente relato que combina extrañamente intriga y diversión.
Esta excepcional novela, publicada originalmente bajo el título “En misión secreta a través del desierto de Gobi”, es un relato originado a partir de un diario de viajes de su autor, Fritz Mühlenweg. Éste, aunque químico de profesión, viajó por Mongolia en los años 20’ para estudiar la posibilidad de abrir una ruta aérea entre Berlín y Pekín. Como hombre sin prejuicios, supo disfrutar de las culturas que se encontró a su paso, enamorándose especialmente de los mongoles y su forma de vida. Esto queda patente en esta novelización de sus experiencias, narradas utilizando a dos protagonistas ficticios, un chico chino y otro alemán, que se encuentran en peligro y son llevados a través del citado desierto. En sus aventuras se encuentran con gente muy hospitalaria pero también atraviesan ambientes verdaderamente hostiles. Al final, se dan cuenta que la mejor forma de sobrevivir y conectar con otra cultura es aceptarla y vivir como si se estuviera dentro de ella. Por tanto, además de una historia inspirada en hechos reales, esta obra es una oda a la tolerancia y el respeto.
Emilio Salgari fue un prolífico escritor de aventuras italiano que empezó sus andaduras con la serie de libros a la que pertenece “Los tigres de Mompracem”. El protagonista es el célebre Sandokán, apodado el Tigre de Malasia. Sandokán luchará por recuperar su trono en la India, el cual le arrebataron los colonizadores ingleses. Para ello se unirá a su amigo portugués Yáñez de Gomera y lucharán a través de escenarios indómitos como la isla de Borneo, el sur de China o la India. Otra motivación para Sandokán es liberar a la Perla de Labuan, una mujer italoinglesa que antaño acogió a nuestro querido aventurero. Realmente Sandokán es un pirata, y no se detendrá hasta liberarla y detener a su enemigo, James Brooke. Las aventuras de Sandokán han sido adaptadas en cine y televisión, y el personaje es particularmente famoso, además de un gran ejemplo de lucha contra la opresión colonial.