Fábulas existen a miles, y desde hace siglos, de hecho, desde la Antigua Grecia con Esopo. De ellas, las protagonizadas por zorros son también muchas. Pese a esta poca confianza en ofrecer algo nuevo al respecto, Margaret Wild, en conjunción con Ron Brooks, publicaron una maravilla de fábula moderna sobre las traiciones, la lealtad y la valentía. Un Perro y una Urraca son amigos inseparables y, además, se complementan y suplen las carencias o defectos de uno y otro mutuamente. El Perro es medio ciego y la Urraca no vuela apropiadamente. Un Zorro, que se les muestra un día, quiere unirse a ellos, a lo que la Urraca reacciona con desconfianza y el Perro con hospitalidad. La Urraca parecía tener razón, pues Zorro aprovecha el sueño de Perro para aprovecharse del ave y dejarla herida. Además, su motivación para hacer tal maldad es la venganza y la envidia, ya que así haría que Perro y Urraca también se sintiesen solos. “Zorro” es una obra en la que igual de esencial es la narración como el dibujo, pues los trazos de Brooks, intensos y cautivadores, afectan al ritmo de la lectura y le dan profundidad y aspereza al mensaje.
Desde su publicación en 1989, “Edu, el pequeño lobo” (“Loulou” en su publicación original) se ha convertido en un clásico inmediato de la literatura infantil francesa y una de las principales referencias de lectura temprana en las escuelas, sobre todo del país galo. Y no es para menos, puesto que este fantástico cuento es legible por niños de cinco años a pesar de introducir reflexiones profundas en torno a la amistad, la muerte, la convivencia, el respeto por los demás y las diferencias irreconciliables. A modo de fábula moderna, esta historia de animales está protagonizada por un lobezno, Edu, y un gazapo, Tom. Ambos se conocen de forma fortuita cuando Edu había salido a cazar con su tío pero éste fallece fortuitamente. Como el inexperto Edu nunca había cazado antes y Tom jamás se había encontrado con un lobo, ambos se hacen muy amigos. No obstante, la naturaleza de cada uno hace acto de aparición, y el conejito Tom sueña que Edu se lo come. Esta manifestación del instinto hace que ambos deban separarse obligatoriamente, a sabiendas de que su amistad puede que sea imposible. Como vemos, la narración tiene detalles magníficos y muy serios de la mano de Grégoire Solotareff. Valores que un niño debe aprender desde bien pronto.
Este libro es ideal para iniciar a un niño en los hábitos de la buena educación y el respeto, ya que una de las premisas del cuento es que el Niño Malo no dice en ningún momento “por favor”. Por ello, una serie de personajes, sobre todo comerciantes, comienzan a perseguir al Niño Malo, quien escapa montada en un gran elefante gris. Los comerciantes desean un buen comportamiento por parte del Niño Malo, y éste acaba diciendo “por favor”.
Resulta un cuento divertido para el niño a causa de que combina un texto muy real con imágenes menos realistas y más extravagantes, sobre todo cuando el elefante empieza a correr. Otros alicientes que contiene son una canción con un reconocible estribillo, el aprendizaje de los objetos arrojan los comerciantes y el género no definido del protagonista, lo que permite que cualquier niño se pueda sentir identificado.