“Las Crónicas de Narnia” se iniciaba en sus publicaciones con “El léon, la bruja y el armario”. La secuela de esta primera entrega fue “El príncipe Caspian”, emplazada cronológicamente un año después de su predecesora en el universo Narnia. C.S. Lewis se vale de los mismos cuatro protagonistas para respaldar a Caspian, príncipe y legítimo rey, y ayudar así al bienestar y la igualdad de los animales de Narnia. Su adversario es el tío de Caspian, que pretende hacerse con el trono. La imaginación de Lewis demuestra de nuevo no tener límites, aunando en un mismo ejército a tejones, centauros, ratones y enanos, por citar algunas criaturas. El león Aslan, un semidios en Narnia, tendrá que aportar su poder y magia para que el bien prevalezca. Esta vez, el autor intensifica el humor en la narrativa, y salpica de nuevo con referencias mitológicas y religiosas. Un pasaje imprescindible en esta venerada saga de fantasía épica, convertida ya en clásico.