Los personajes de Robert McCloskey en “Arándanos para Sal” aparecen de nuevo en esta novela. La trama gira en torno a Sal y cómo se siente ante la pérdida de su primer diente. Dicho diente se le mueve y Sal está ansiosa de que suceda. Por ello las vivencias que le suceden mientras espera expectante le marcan más que nunca. Y eso que se trata de momentos como excursiones y travesías en barco, a los cuales está acostumbrada. Pero esa mañana en Maine será diferente a cualquier otra porque se le va a caer un diente. Cuando finalmente esto sucede, Sal pierde el diente y se desespera. Con la mentalidad de un niño, Sal piensa que el animal que se lo encuentre disfrutará de su deseo. Como otros cuentos de McCloskey, en “Una mañana en Maine” se respira un aire nostálgico por las sensaciones exacerbadas y vividas cuando eres pequeño. Todos hemos exagerado la forma de ver las cosas cuando somos pequeños, y luego lo recordamos con melancolía a la vez que agradecemos haber madurado al respecto.