Fantasía y realidad se entrecruzan en este relato por momentos costumbrista y a ratos surrealista. María Merryweather tiene trece años y debe trasladarse a la finca Moonacre con su perro Wiggins y su institutriz. La historia está ambientada a mediados del siglo XIX en Inglaterra. El primo de María vive en un castillo de origen normando y la llegada de la protagonista hará que ésta se sumerja en un mundo fantástico inspirado en los cuentos medievales y la novela caballeresca. Criaturas fantásticas, como unicornios, habitan el valle. Allí María hará amigos imaginarios que luego son personas diferentes en la vida real. Como no podía ser de otra manera, el conflicto imperecedero entre el bien y el mal también se pone de manifiesto en “El pequeño caballo blanco”, en este caso a través de María y su primo Bnejamin. Uno representa la luna y otro el sol. El carácter pacifista de María se impondrá y devolverá la paz a la finca Moonacre. Este libro es un conjunto de ideas ilusorias que calan en el lector de la mano de la excepcional Elizabeth Goudge.
Los lazos que se forman entre un animal y una persona, en muchas ocasiones son más fuertes que los que se producen entre dos personas. El caballo es uno de los ejemplos favoritos para representar esa unión al ser humano, y esa elegancia y lealtad. “El corcel negro” no es una novela al uso sobre caballos, ya que la unión entre el protagonista y el corcel se forma por accidente. Alec Ramsay ha pasado una larga temporada en la India junto a algunos familiares, pero ya se encuentra de camino a Nueva York en un barco. Alec ansía regresar a casa, pero una tormenta le priva de ello y lo lanza al mar con la única compañía del corcel negro. Alec se encuentra sobre una tabla y su nuevo amigo, atado a ella, nada. Ambos acaban en una isla desierta, donde más adelante son rescatados. De vuelta a Nueva York, Alec hace todo lo posible por quedarse con el corcel negro. De forma secreta, empieza a domar al animal para montar y convertirse en jinete de carreras, el punto álgido de la obra. La fama de este libro de Walter Farley, junto a otros del mismo autor, aumentó gracias a las adaptaciones televisivas. Un clásico de la literatura ecuestre.
Las novelas infantiles ambientadas en época de guerra fueron muy típicas a mediados del siglo XX. Además, gozaron de tremendo éxito entre el público joven. “La espada de plata”, escrita por Ian Serraillier, recibe el nombre de un objeto simbólico que representa la esperanza de la familia protagonista: los Balicki. Esta familia es disgregada durante la guerra a causa de los ataques sobre Varsovia. El padre, Joseph, es enviado a un campo de concentración nazi por irreverencia, mientras que su esposa es más adelante también deportada. Los hijos (Edek, Ruth y Bronia) desaparecen e incluso se piensa que están muertos. La historia narra la epopeya de cada miembro de la familia en busca del resto. Como podemos imaginar, el relato está repleto de momentos duros, pero también transmite valores de humanidad, dignidad y supervivencia. De una forma agradable, “La espada de plata” nos describe cómo cualquier guerra puede acabar con la vida de la gente y que ésta ya no vuelva a ser como antes.
Rosemary Sutcliff escribía ficciones históricas entre las cuales “El águila de la Novena Legión” es la más célebre. La época es el Imperio Romano en el siglo II y el lugar es Britania. Un legionario es enviado a este terreno inhóspito y, aunque no le agrada la idea, se siente atraído porque la Novena Legión desapareció misteriosamente allí. Y, con ella, su padre. Marcos, que es como se llama nuestro protagonista, deja el ejército tras quedar herido, y entonces es cuando emprende un viaje secreto para conocer cuál fue el destino de su padre y de toda la Novena Legión. Para ello se sirve de la ayuda de Esca, un esclavo al que libera, y juntos interrogan a los aldeanos allá por donde pasan. Cuando Marcos conoce la verdad se da cuenta que el final de la Novena Legión fue un suceso más que olvidable, y para recuperar el honor de la misma debe llevar el simbólico águila que se encuentra a Roma. El camino de vuelta a la capital del Imperio será parte de las aventuras, y al final Marcos se dará cuenta lo valiente que fue su padre y su autoestima crecerá. Y con ello su fortaleza y su coraje. Toda una novela épica que merece la pena leer como introducción al género de la novela histórica.
Las historias de detectives en el contexto del género infantil sufrieron un verdadero auge durante la década de los 30’. Un buen paradigma es “Emilio y los detectives”. A este genial libro de Erich Kästner, ilustrado por Walter Trier, no le falta ningún ingrediente de los mejores relatos de intriga. Persecuciones, pistas falsas, giros argumentales, roles marcados y tensión son algunos de los citados ingredientes. Emilio es un niño que va solo en tren a Berlín a visitar a unos familiares, y lleva consigo un sobre de dinero para su abuela. Mientras duerme, alguien le roba dicho sobre. Entonces Emilio pide ayuda a Gustavo, un chico que se rodea de otros niños justicieros que se encargarán de dar caza al ladrón. El malhechor resulta ser un individudo con antecedentes por atracos a bancos, y Emilio es recompensado con una suculenta cifra. Como se ha comentado, esta obra no tiene nada que envidiar a otras como Tintín, Arsenio Lupin o los Hermanos Hardy, aunque sí que tiene un enfoque más infantil.
En “El príncipe feliz” encontramos un relato conmovedor y lleno de humanidad, uno de los más conocidos de Oscar Wilde. El protagonismo recae sobre una estatua de un príncipe antaño querido. Este príncipe no deja de sufrir por el hambre y la miseria que azotan la ciudad que gobernaba. Sumido en la tristeza, aprovecha el parón de un ave migratoria sobre su estatua para pedirle que ayude a la gente llevándole partes de la propia estatua: rubís, oro, zafiros… Los habitantes de la ciudad cada vez viven mejor y salen de la miseria, pero el invierno llega y el ave muere por no haber llegado a tiempo. En ese momento, el corazón de plomo del príncipe se parte. El alcalde manda derretir la estatua pero no consigue fundir el corazón. Finalmente, un ángel celestial se lleva los dos bienes más preciados de la ciudad: el ave y el corazón roto. Como vemos, es una historia totalmente enternecedora y que invita a reflexionar sobre nuestra relación con el prójimo, y si de verdad nos comportamos como deberíamos.
La historia de “El reloj de cuco” maravilla por las aventuras fantásticas que se suceden. La protagonista, Griselda, se va a vivir con sus tías a una mansión victoriana donde no tiene nadie con quien jugar. Harta de una atmósfera opresiva y de un molesto reloj de cuco, le arroja un libro a éste y lo estropea. Griselda se desespera, pero el cuco del reloj se arregla a sí mismo y además la invita a disfrutar de los recovecos de la mansión, incluso presentándole a final a Phil, un chico real de buen corazón. Este libro es actualmente recordado por la ingeniosidad del cuco, aunque originalmente Mrs. Molesworth quería hacer hincapié en el sacrificio personal.
“Ven aquí” es una antología poética escrita por Walter de la Mare en el primer cuarto del siglo XX. Aunque los poemas no son realmente infantiles, son una iniciación perfecta en este campo para los niños, para que en adelante se sumerjan en rimas más adultas de literatos como Hardy, Shakespeare y Clare. La temática es misteriosa, rara y temporal. Se nota la inspiración de los tres siglos previos de poesía inglesa. Algunos poemas que contiene son “Mañana y mayo”, “Elfos, Ouph, Hadas” y “Viejos cuentos y baladas”, y se caracterizan por una atmósfera onírica, ligada a un mundo fantástico, que atrapará a los más pequeños.