Tras el éxito de “La llamada de lo salvaje”, Jack London publicó otra historia memorable sobre la vida salvaje: “Colmillo blanco”. En este caso, el proceso descrito es ligeramente inverso al de su anterior obra. El protagonista es un lobo salvaje que acaba viviendo en un ambiente doméstico. Colmillo Blanco empieza la historia devorando hombres en la Alaska más recóndita, para luego pasar por varios amos. Uno de ellos es especialmente cruel, y el protagonista sobrevive y acaba en manos de un amo bondadoso. Su tranquila existencia en California es interrumpida por los conflictos entre los humanos. Colmillo Blanco consigue tener unos cachorros que abren la posibilidad a mantener la estirpe del lobo. Se realiza una voraz crítica de la sociedad humana, pues se muestra que a pesar de que Colmillo Blanco se integre en parte de ésta, el mundo de los hombres es igual de violento o más que el mundo salvaje.