El escritor E.B. White mostró sus ambiciones narrativas con varios de sus libros, entre ellos “La telaraña de Carlota”. Aunque la acción transcurre en una granja, de entre todos los animales de este escenario la protagonista es una araña. Carlota, que es como se llama este arácnido, es la mente pensante que lidera el grupo. Ella recibe a Wilbur, un cerdo lechón que es salvado de ser sacrificado y llevado a la granja. Carlota sabe que más adelante Wilbur será sacrificado para comida, y mueve todos los hilos (o telarañas) posibles para que esto no suceda. Pero no debemos olvidar en ningún momento que ella es una simple araña y su vida es más corta que la de cualquier otro ser de la granja. Este tipo de ideas junto a la originalidad de la trama convierten a este libro en un clásico de la humanización de animales, además de ser una crítica social en cierto modo. Esto aporta conmoción al relato, sin caer en ningún momento en sentimentalismos más allá de los derivados de los propios sucesos del mismo. Una novela infantil inteligente donde las haya.