La obra de George Macdonald se caracteriza por crear entornos fantásticos que han maravillado a niños durante más de un siglo. En “La princesa y los trasgos”, la princesita Irene, que vive en un castillo, descubre una escalera a un laberinto de pasadizos. Luego encuentra un hada de la conciencia, y finalmente coincide con Curdie, un joven minero que la alerta de que unos duendes quieren casarla con su príncipe. Ambos se enfrentan juntos a los duendes, con el anillo mágico de Irene, para desbaratar el plan de los trasgos. Los textos son poéticos y el mundo de rasgos fantásticos que cambian de forma lo hacen un entretenimiento que los niños devorarán.