“La hacienda Flambards” es un frío retrato de la mentalidad tradicional inglesa y el conflicto que se produjo entre ésta y el progreso a mediados del siglo XX. El escenario escogido por Kathleen Peyton es una hacienda llamada Flambards. La protagonista es Christina Parsons, una adolescente que, tras quedar huérfana, es enviada a la susodicha finca a vivir con su tío Russell. Los elementos más tradicionales y el pensamiento más retrógado están presentes en Flambards, y Christina deberá hacer frente a ello y a las intenciones de su tío de casarla con su primo Mark. No obstante, ella se encariña más con Will, el hermano pequeño de Mark. La amistad que Christina entabla también con Dick, un empleado de Flambards, terminará por encender la ira de su tío Russell. Éste acabará usando la violencia para poner orden en la casa, y Christina y Will se verán obligados a escapar para disfrutar de su juventud y su libertad. El pensamiento progresivo triunfa y algunas tradiciones británicas son fuertemente criticadas por Peyton.