Si se buscan historias que den lecciones a los niños de forma efectiva, “Una niña mal educada” es un buen ejemplo de ello. La protagonista es Lucrecia Crum, una niña que tiene un comportamiento desdeñable, pues no tiene ningún reparo en eructar y tirarse pedos en público, en escupir a los demás, en robar o en chillar sin sentido. Se trata de la típica niña a la cual hay que aplicar métodos impactantes para poder corregir. Como Lucrecia contagia a sus amigos y los vuelve maleducados, los padres de todos ellos confabulan para aparecer en una fiesta de cumpleaños disfrazados y portarse peor que nadie. Los niños, que se ven desbordados, lloran amargamente al ver que hay gente peor que ellos, entonces comprenden que su comportamiento es nefasto. Lucrecia pasa a ser una adorable pequeña y los niños empezarán a discernir el bien del mal. El estilo de las ilustraciones puede recordar a series como Oliver Postgate y Peter Firmin, ya que son de la misma autora que este libro, Babette Cole.
Aunque el título original de este libro es el mostrado, también recibió el nombre alternativo de “Libro de distracción e instrucción doméstico para deleitar a toda la familia y hacer más felices los hogares”. El autor, Edward William Cole, lo publicó en Australia, y se dice que ofrecía 100 libras a quien demostrara que no era el libro ilustrado más gracioso. Al no poder nadie, la fama del libro creció como la pólvora, siendo un éxito internacional. No obstante, la construcción del libro se basa en diversos recortes de publicaciones victorianas, y muchos padres lo consideraban inadecuado por su humor. Cole sólo pretendía criticar el sistema educativo de antaño, basado en la represión y la violencia. Lo bueno de este libro es que puede leerse abriendo cualquiera de sus páginas al azar, dejándose sorprender.