“Un sándiwch gigante” es una de esos libros que triunfan por hilarantes, esperpénticos e histriónicos. La trama se desarrolla en un pequeño pueblo situado en un valle, al cual llega una plaga de avispas. Los habitantes de la aldea están aterrados, pero el panadero tiene una idea maravillosa, y cuanto menos peculiar. Se le ocurre que, para capturar a las avispas, podrían fabricar un sándwich gigante, y cerrarlo cuando todas ellas estuviesen atrapadas en la mantequilla y mermelada. Y precisamente esto es lo que sucede. Los pueblerinos se toman las molestias de tejer y colocar un mantel gigante en el campo, y varios caballos tiran del sándwich hasta depositarlo donde desean. Cuando las avispas quedan atrapadas, los habitantes disponen la otra mitad del sándwich y lo cierran. Janet Burroway alcanzó tremendo éxito con esta obra, escrita en verso y exportada a múltiples países. La autora, cuyo padre había sido panadero, supo describir los rasgos de cada habitante del pueblo dotando a la obra de un universo muy particular.
Orlando fue un gato de longeva vida editorial, desde 1938 hasta 1972. Inspirado en el propio marido de la autora, Kathleen Hale, inicialmente se llamó “el magistral gato de mermelada”. La amiga de Orlando, la gata Tinkle, es la propia Kathleen. Asimismo, los sucesos están inspirados en las propias eventualidades que sufría la autora. El dibujo se caracteriza por el genial uso de los colores vivos, mostrando detalles cómicos. En cuanto al texto, hay muchos juegos de palabras, y el diálogo se asemeja al de la clase media acomodada de los años 30. Es como ver la vida de una sociedad, pero a través de animales domésticos. Totalmente entrañables.