Los cuentos de Leo y Popi discurren a través de situaciones cotidianas que para el protagonista suponen pequeñas aventuras. Leo es un niño que tiene un mono de peluche llamado Popi. Como todo peluche, Popi carece de movimiento alguno, pero ante el lector se muestra como un mono real a causa de que cobra vida gracias a la imaginación de Leo. Esta serie de cuentos ha acompañado a niños de todo el mundo durante décadas, especialmente en Francia e Inglaterra. Helen Oxenbury es la encargada de ilustrar con sus característicos tonos pastel y la ausencia de fondo, lo que hace que los detalles sean más vívidos. El principal mensaje es cómo la imaginación de un niño puede llevarle a creer cosas que no son reales como ciertas, y lo feliz que puede ser gracias a ello. Todo ello derrochando inocencia y calidez, y un lector infantil verá a Popi como un amigo suyo más. Todo un clásico de los cuentos infantiles de niños y peluches.
“Jorge el Curioso” es un divertido mono creado por el matrimonio Rey (H.A. y Margret). Fue ya un éxito en su momento. Se trata del vivo retrato de un niño pero a través del divertido comportamiento de un monito. Jorge no quiere portarse mal, pero su curiosidad y sus ganas de saber más le meten en sucesivos problemas. En el primer libro de la serie, el más célebre, Jorge es llevado por error a un zoo y en su huida no para de introducirse en un lío tras otro. Las ilustraciones son muy coloridas, acorde con el humor de la obra. A pesar de lo inocuo del contenido, se pueden entrever matices inteligentes, como sucede con cualquier niño.