La historia de “El ratón de la iglesia” pretendía ser la primera de otras muchas en las que se mostraban localizaciones de un pueblo inglés ficticio, Wortlehorpe. A pesar de ello, tuvo tanto éxito, que el resto de historias de la serie también transcurrían en la iglesia y con los mismos protagonistas, Arthur y Sansón, un ratón y un gato, respectivamente. Arthur se desvive para atraer a otros ratones a la iglesia y que vivan tranquilos y lejos de los temibles gatos del pueblo. El tono humorístico es agradable, y las ilustraciones son de estilo casi más victoriano, con mucho detalle. El autor, Graham Oakley, pretendía infundir una profunda moralidad disponiendo como escenario una iglesia y como hilo narrativo un relato de ayuda al prójimo. Las aventuras de Arthur y Sansón entretendrán a los más pequeños.