Ésta es otra historia de la escritora británica Beatrix Potter. Al igual que las otras, maneja a la perfección el comportamiento animal y las relaciones reales que se dan en la naturaleza. En este caso, Jemima, una pata coqueta, deja la granja engalanada para buscar un sitio donde poner los huevos. Por el camino se encuentra con un lobo que parece ayudarle a buscarle un sitio y a cuidar los huevos. Sin embargo, lo único que desea es buscar el momento oportuno para comérsela. Al final, Jemima es rescatada por el perro Kep y sus cachorros, aunque no puede salvar los huevos. A pesar de sumirse en la tristeza, se salva y más adelante acaba poniendo huevos de nuevo.
En algunas partes, con el zorro, puede recordar a “Caperucita Roja”, aunque en este caso, más que moral, es una historia enternecedora. Al igual que con otros animales, en este caso Potter quería mostrar la inocencia de los patos.