La archiconocida Ana Maria Machado, posiblemente la autora infantil más célebre de Brasil, irrumpió por enésima vez entre los niños lectores con este cuento de tintes medievales que versa sobre la búsqueda de la felicidad en la infancia. El protagonista es el pequeño príncipe Ricardo, quien no alcanza la plena felicidad porque no tiene un caballo. Posee juguetes y casi todo lo que pueda desear, excepto un compañero equino. De esta forma, el título del cuento sirve como lema del príncipe, quien tras clamar “Mi reino por un caballo” recibe visitas de caballos de todo tipo, reales y de juguete. Como niño que es, empieza a cumplir su sueño con uno de juguete, ayudando a los desfavorecidos, viviendo aventuras y salvando a los que están en peligro. Sus buenas intenciones acaban calando en su padre, el rey, el cual aprecia todo lo que Ricardo ha hecho y le regala un caballo de verdad. Machado nos habla esta vez sobre la compleja psicología infantil de cara a ser felices, pues unas veces cuesta mucho y otras se consigue con poco.
Este libro infantil de Philippe Lechermeier es una antología de personalidades femeninas aderezada con un fuerte sentido del humor y una crítica a la forma con la que la gente muchas veces prejuzga a los demás. El libro está dividido en descripciones biográficas de hipotéticas princesas inventadas por el autor. El nombre de éstas (Poupoupidou, Cappriciosa o Amnésie, por ejemplo) ya denota un cierto sentido del humor. Los retratos de las princesas son dibujos de collage y acuarela llevados a cabo por Rébecca Dautremer, y casan a la perfección con los versos de diferente métrica que son empleados. Como princesas que son, las historias de las mujeres que desfilan por “Princesas olvidadas o desconocidas” contienen intrigas de palacios, secretos inconfesables y lugares remotos con encanto. Se trata de un libro muy recomendable para entretenerse y para identificarse con alguna de las chicas que lo protagonizan.