Esta novela de la danesa Anne Holm es una especie de odisea vivida en la piel de un niño llamado David. Éste se encuentra recluido en un campo de concentración en el este de Europa hasta que es liberado bajo la misericordia de un guarda que le permite escapar. Tras ello, David emprende un viaje que le llevará por Grecia e Italia hasta intentar embarcarse hacia Dinamarca. En “Soy David”, Holm explora el interior de forma comparable a como lo quería hacer Kafka. Cuando se trata de sobrevivir, la identidad cultural se pierde en pos de la lucha por salir hacia delante. Los cambios que David experimenta al pasar de la opresión a la libertad también resultan muy interesantes e instructivos para el lector. Así, pronto descubre que puede llenarle más el hacer amigos que una buena comida. La historia se centra en los años 50, en una época de reconstrucción en Europa, y esto Holm lo traslada con maestría al ámbito individual.
Los cuentos de “Yo soy el oso” se inician con esta primera entrega en la que se nos presenta a los tres protagonistas: el niño, el perro y el oso de peluche Fred. Este último es tirado a la basura por el perro, y el niño mueve cielo y tierra en búsqueda de su querido peluche. Al final, logran encontrarlo en el vertedero. Aunque parece que Fred inicialmente se enfade y que la relación se deteriore, más adelante siguen compartiendo todos vivencias y la historia te deja un buen sabor de boca. Todo aderezado por las rimas, muy fáciles de aprender, de Sarah Hayes, y las cálidas y reflexivas ilustraciones de la célebre Helen Craig. Sus dibujos suelen incluir bocadillos en los que vemos qué piensa cada uno de los personajes. Se trata de una historia infantil estándar de las que suelen gustar a todos y una de las tantas que tienen como protagonista a un osito de peluche.