La obra maestra de Wolf Mankowitz es esta “El niño y el unicornio” (título original: “A kid for two farthings”). Esta novela tiene como escenario el East End de Londres, en plenos años 50. El protagonista es un niño de cinco años llamado Joe que no comprende la infelicidad de los adultos. A cada mayor que observa percibe poca alegría a su alrededor: el casero Kandinsky, el asistente Schmule, la madre de Joe… Un giro positivo para Joe se produce cuando en un mercadillo adquiere una cabra a la que llama Africana. La peculiaridad es que Africana sólo tiene un cuerno, confusión que el protagonista interpreta como que se trata de un unicornio. A partir de ello ambos se convierten en inseparables amigos, jugando a todo y Joe creyendo que su cabra es mágica y concede deseos. El drama se avecina con el inminente sacrificio de Africana. La profunidad adquirida en el relato es seña de identidad de Mankowitz, quien también fue guionista y dramaturgo, y convierten este cuento en una maravilla de la lectura.
Un cuento infantil divertido e irreverente donde los haya es “La historia del topo que quería saber quién le había hecho aquello en su cabeza”. Su autor, el alemán Werner Holzwarth, utiliza un tema comprometido para que los niños lo traten con naturalidad desde el primero momento. El protagonista es un topo que, al salir de la madriguera, recibe una caca en su cabeza. El topo se cabrea muchísimo y empieza a buscar al culpable. La historia sigue las peripecias del topo discutiendo con el resto de animales y cómo éstos se justifican para decir que son inocentes. Como podemos imaginar, las explicaciones que éstos dan giran en torno a describir la forma de sus heces y a darles pistas acerca de quién lo ha hecho. El libro está lleno de ingenio, y el topo se topa con caballo, liebre, cabra, vaca y cerdo, entre otros. El desenlace del cuento resulta impactante y gracioso, pues dos moscan prueban la caca y concluyen que el culpable es el perro del carnicero. El topo se toma la venganza por su cuenta y le hace lo mismo al perro. Esta historia provocará las carcajadas de los niños, y los padres no tienen por qué pensar que es un libro grosero, pues aporta normalidad a un tema que en ocasiones suele ser tabú.
Los libros de Poli y el lobo han gustado mucho a niños de todo el mundo durante más de medio siglo por su atrevimiento y a la vez disparatado enfoque. Poli es una chica con desparpajo que tiene una especie de relación amor-odio con un lobo. El lobo, fiel a sus instintos, intentará devorarla en cuanto tenga oportunidad. Para ello este animal se sirve de ideas cogidas de otros cuentos y tradiciones. Pero Poli siempre se muestra un paso por delante y se defiende y manda al traste las intenciones del lobo. De esta forma, Poli intenta mostrar que los cuentos pueden estar cerca pero a la vez lejos de la realidad. Otro aspecto que le da importancia a la obra de Catherine Storr es el carácter de Poli, pues además de inteligente es determinada e independiente. La obra también está plagada de episodios en los que ambos se ayudan el uno al otro, así que es una amistad basada en una rivalidad. Un clásico que dejó ejemplares durante casi cuatro décadas.