Probablemente muchos niños habrán disfrutado con la película “Buscando a Nemo”. En tal caso, es fácil encontrar el paralelismo entre esta aventura animada y la que se presenta en “Nadarín”. Este cuento de Leo Lionni fue galardonado con la Medalla Caldecott en 1964, y es un relato de supervivencia y amistad. Nadarín es un pececillo negro que se encuentra solo una vez que todo el banco en el que se encontraba, formada por peces rojos, es devorado por un atún gigante. En su deambular por el océano encuentra seres de todo tipo, como anguilas o langostas. No obstante, muchos de estos seres quieren comérselo, y Nadarín pasa verdaderos momentos de miedo. Por suerte, Nadarín encuentra otro banco de peces rojos y los adiestra para nadar y esquivar a los depredadores que habitan el fondo del mar. Las ilustraciones de “Nadarín” son preciosas y el texto es escaso. Uno de los puntos fuerte es buscar al protagonista en las páginas, pues se pierde entre el collage que conforma el fondo oceánico. Toda una experiencia literaria que merece la pena conocer.