La sensibilidad que Osamu Tezuka tenía para representar el reino animal queda de manifiesto en “Kimba”. Este clásico del manga japonés se convirtió en la primera serie animada a color, estrenada en 1965. El protagonista es un león que debe sobrevivir sin la ayuda de sus progenitores, ya que su padre muere a manos de un cazador y su madre es capturada para espectáculos circenses. A pesar de los obstáculos que se encuentra en su camino, Kimba no pierde nunca su buen carácter y mantiene las esperanzas de ver convivir en armonía a humanos y el resto de animales. En un ejercicio de solidaridad y sirviendo de ejemplo para muchos, Kimba acaba sacrificándose para salvar la vida de un hombre que era amigo suyo. Muchos han querido ver relaciones entre esta historia y “El rey león” de Disney, pero lo cierto es que Tezuka en su momento también empleó referencias de clásicos como “Bambi”. “Kimba” es actualmente un clásico en Japón, y una historia infantil que transmite valores universales que todo niño debería aprender.