La serie “Escuela para gatos”, de Esther Averill, imagina un mundo en el que los gatos tienen vidas como si fueran humanos. Las historias están protagonizas por Jenny Linsky, una gata negra neoyorquina de carácter reservado. Jenny tiene como benefactor al capitán Tinker, quien es enviado a alta mar y manda a nuestra querida gata a un internado. Allí Jenny no lo tiene fácil, y pronto desea abandonar el internado. En su intento de escape se cruza con dos gatos que se van a incorporar al internado y que le parecen a Jenny muy atractivos. Entonces vuelve al internado y se sienta junto a ellos. Pero entonces, por segunda vez, el travieso Pickles quiere chocarse con su coche de bomberos contra Jenny, y ésta sabe defenderse. Pickles y Jenny acaban siendo buenos amigos. La autora maneja a la perfección el mundo humano pero el comportamiento es bastante animal, con los instintos a flor de piel y avivando la parte irracional. Quizá esto sea lo que lo convierte a “Escuela para gatos” en una saga tan entretenida.