Philippa Pearce usa una vez más los elementos autobiográficos típicos de su obra en este “Minnow en el Say”. El escenario es el medio rural inglés que envuelve a Cambridge y la época es la infancia durante las vacaciones de verano. Aunque posee reminiscencias de la niñez de Pearce, el protagonista es David, quien ayuda a Adam Codling a encontrar un tesoro vital para este último. Si no lo consigue, corre el riesgo de ser excluido por su familia. Aunque la premisa es la de una novela de aventuras, la historia va mucho más allá, sirviendo de crítica de las desigualdades sociales en la Inglaterra de los años 50. Ahí reside la riqueza del libro, junto a matices que evocan sensaciones agridulces de la infancia. Y es que, a pesar de que infinitamente es una época de felicidad cuando se vive, también nos acompañaron en ella acontecimientos difíciles que nos han marcado y que hemos debido superar. Y que, por supuesto, han moldeado nuestra mentalidad adulta. Philippa Pearce se adelanta a todo ello enseñándoselo al pequeño lector con este excepcional relato.