Existe en Italia el denominado Premio Andersen (no confundir con el celebérrimo galardón bienal), otorgado por la revista homónima año tras año al mejor autor juvenil. En 1994 dicho reconocimiento se lo llevó “Salto al Otro Mundo”, de Bruno Tognolini, uno de los mejores novelistas adolescentes de las últimas décadas. El autor aúna a la perfección esa ambigüedad entre fantasía y realidad, tan presente en la mente de cualquier joven. Como una oda a la imaginación, nos presenta una pandilla de muchachos (Ce, Alemagna, Martino, Francesca y Dos) que deben rescatar a su colega Buio del “Otro Mundo”, una especie de universo paralelo fruto de sus ensoñaciones. Quizá parezca una historia de locura pero, nada más lejos de la realidad, Tognolini nos ejemplifica cómo en nuestro día a día todos nos sumergimos en momentos para evadir la cotidianeidad. Cada uno construye su propio mundo, y eso es lo que descubrirán, progresivamente y uno a uno, todos los protagonistas de la fabulosa “Salto al Otro Mundo”.
La popularidad de Gianni Rodari traspasa fronteras. Más allá de su Italia natal, Rodari adquirió fama internacional, sobre todo a partir de su Premio Hans Christian Andersen. Este escritor todoterreno se caracterizó por su vena política, social y periodística, de ahí que sus historias, incluso las más infantiles, tengan un carácter mordaz y satírico. “Las aventuras de Cebolleta” está plagado de personajes que son vegetales andantes y parlantes (el Maestro Pasa, la Hermana Calabaza, el Príncipe Limón…), manera que tiene Rodari de retratar un mundo extravagante en el cual el lector atisba elementos muchos más cercanos a la realidad de lo que puede esperar. Se critica al totalitarismo, al feudalismo, a la desigualdad social, a la injusticia, a la monarquía y a la opresión. Y de una forma original y entretenida. Gianni Rodari se aisló para escribir este cuento porque quería dar lo mejor de sí para un público infantil, ¡y vaya si lo hizo! El Premio Hans Christian Andersen y su reconocimiento así lo atestiguan.
“Buscando a Alibrandi” es, de forma simultánea, una novela al uso y una novela inusual. Por un lado, su temática no es nada rompedora, ya que muestra las preocupaciones de una adolescente que está a punto de dar el salto a la madurez. Por otro, el estilo narrativo y la frescura la convierten en una lectura especial. Josephine Alibrandi, más conocida como Josie, tiene 17 años y repentinamente se ve en varios puntos conflictivos. Su padre regresa tras años desaparecido, su año escolar se complica, su abuela la regaña constantemente y no se siente del todo a gusto en su estrato social. Y es que Josie es Australiana pero de origen Italiano, y entre ambas raíces se definen sus valores, conservadores pero a la vez modernos. Los pensamientos de Josie calarán en el lector por su sinceridad, y es imposible no identificarse con las preocupaciones de la protagonista. “Buscando a Alibrandi” también ofrece un contrapunto humorístico a través de la abuela de Josie y su visión diferente del mundo que le rodea. En 1993, esta obra fue premiada como Libro del Año por el C.B.C.A. en Australia, muestra de la calidad de la misma.
Bianca Pitzorno traslada al lector a la década de los 50 a Cerdeña, isla italiana que podría considerarse un remanso de paz. A pesar de ser escrito en 1991, “Escúchame el corazón” se asemeja más a un relato de mitad de siglo por su temática: una escuela para chicas. Prisca, Rosalba y Elisa sufren en el internado la tiranía de la profesora Argia Sforza. La narración no surge de la nada, sino que se cimenta en experiencias de la propia autora. De esta forma quiere mostrar a cualquier niño de la actualidad en qué consistía la educación, al menos en Italia, cuando ella tenía esa edad. Así podemos vislumbrar los arraigados valores que condicionan el día a día, la violencia en casos de necesidad, la discriminación y las injusticias. No todo es gris, puesto que las protagonistas representan la felicidad de los primeros años y magnifican las sensaciones y experiencias que viven día tras día en un ambiente para nada aburrido. Un clásico moderno llegado directamente desde la Bella Italia.
El polifacético Dino Buzzati, uno de los más queridos y carismáticos autores italianos del siglo XX, nos ofrece un entretenido cuento en “La famosa invasión de Sicilia por los osos”. Todo un éxito en su Italia natal, la clave de ello reside en su capacidad para combinar elementos fantásticos o irreales con un mundo totalmente conocido. De forma más profunda, el relato critica el delicado equilibrio entre los humanos y la naturaleza, teniendo en cuenta el resto de animales. La historia cuenta cómo los osos van adquiriendo poder y poco a poco se acostumbran a inmiscuirse en los asuntos de los humanos. Salvan al hijo de un rey, pero al mismo tiempo se enemistan con un mago. Asimismo, copian las peores acciones de los hombres, como discutir o emborracharse. La estancia de los osos en Sicilia acaba resultando inviable, y deciden volver a las montañas, su hábitat natural. No sólo osos desfilan por el cuento, ya que otras criaturas fantásticas como trolls y fantasmas también desfilan. Esto seguro que hace más apetecible la genial obra de Buzzati.
El autor estadounidense Tomie dePaola tiene entre sus especialidades la narración de relatos tradicionales pero con un enfoque actual. En “Strega Nona” nos transporta a la Italia renacentista, con sus calles adoquinadas, sus ciudadanos bien atuendados y sus majestuosas casas. La mescolanza no sólo está en la narración, sino que dePaola también une técnicas modernas de ilustración como el cómic y trazos que recuerdan a la pintura del Renacimiento. La historia en cuestión se centra en Big Anthony, quien es aprendiz de la anciana Strega Nona. Esta mujer, muy sabia, le prohíbe en todo momento que toque o se asome a su gran olla de pasta. Como es de esperar, la curiosidad mata al gato, y Big Anthony aprovecha la ausencia de Strega Nona para hacerse cargo de la olla. Las consecuencias son catastróficas, y Big Anthony llena la ciudad de pasta. El aprendiz asume su culpa y, como compensación, se come toda la pasta restante. Como vemos, dePaola trata perfectamente debilidades de los seres humanos con un enfoque perspicaz y humorístico.
Los “Cuentos del año mil” de Tonino Guerra resucitan el espíritu de la literatura medieval italiana. A caballo entre la picaresca y los relatos heroicos y caballerescos, estos cuentos tienen cierto regusto a los de Bertoldo del siglo XVI. El protagonista general de las historias es Millemosche, un mercenario que, junto a dos compañeros, recorre los extensos campos en busca de algo para comer. El instinto de supervivencia llevará a los tres malhechores a cometer fechorías, pero también a entremezclarse en situaciones muy divertidas, típicas de la tradición italiana. Detrás de cada relato hay moralejas que el lector debe aprender, y sobre todo se pone de manifiesto que el ingenio hace que las personas sobrevivan. Tonino Guerra era más famoso por sus poesías, pero su polivalencia le permitió tener éxito con esta compilación, aderezada con las ilustraciones tipo cómic de Adriano Zannino.
“El caballero inexistente” es la última entrega de la famosa trilogía heráldica de Italo Calvino titulada “Nuestros antepasados”. En este caso, el carismático autor italiano nos presenta a un caballero que realmente es una armadura vacía. De nombre Agilulfo Erno di Guildiverni, el protagonista se ve en más de un aprieto intentando ocultar su comprometedora verdad. Esto crea situaciones tanto dramáticas como cómicas. De esta forma, Calvino reflexiona sobre los problemas de identidad a la vez que critica los valores religiosos más allá de las épocas en las que éstos prevalecían. El protagonista tiene una personalidad bastante marcada, muy cercana a los valores de un caballero, pero eso no le será suficiente para salir de todos los apuros por los que pasa. Como en los otros relatos de Calvino, el narrador no es el protagonista, sino un personaje secundario. En este caso la monja Teodora. Otros personajes que desfilan por las páginas de “El caballero inexistente” son Rambaldo, admirador del protagonista, y Bradamente, quien ama a Agilulfo. Un excelente libro para concluir una de las trilogías más famosas de la literatura italiana.
La trilogía heráldica de Italo Calvino, que se había iniciado con “El vizconde demediado”, prosigue con “El barón rampante”. La habilidad de Calvino para abordar temas profundos con ingenio y picardía queda de nuevo patente en este original cuento, ambientado en el siglo XVIII. Cosimo es un joven heredero que debe prepararse para ser un futuro barón. No obstante, no es lo que precisamente desea. Enemistado con la mayoría de su familia, Cosimo se vuelve desafiante y toma una curiosa decisión para evadir sus responsabilidades pero sin despegarse del todo de su estilo de vida. Lo que lleva a cabo es trepar a un árbol ayudado por su hermano y quedarse allí para siempre. Cosimo será testigo de las vicisitudes que le sucederán a toda su familia sin ser partícipe directo de las mismas. Esto ocasionará cierto resquemor en Cosimo y en parte se arrepentirá de su decisión. Italo Calvino critica los destinos impuestos de las épocas pasadas y pone en entredicho formas de vivir que antes no se hacían. Un imprescindible de la literatura juvenil italiana, al igual que las otras dos entregas de la trilogía.
Las historias de Italo Calvino siempre se han caracterizado por su carácter moralizante y sus alegorías. Además, es uno de los más reconocidos fabulistas y recopilador de relatos de Italia. En este caso en particular, “El vizconde demediado” narra las andanzas de Medardo de Terralba, un noble del siglo XVII que combate en Bohemia frente al ejército turco. El vizconde es herido progresivamente hasta que una bala de cañón lo parte en dos. Aunque sobrevive gracias a la destreza de los doctores, la mitad de su cuerpo es horrible. El vizconde regresa a casa habiendo triunfado en la guerra pero psicológicamente destrozado por los daños irreparables que ha sufrido. Esto se traduce en sentimientos de odio hacia todo lo que le rodea. Por suerte, recupera todo lo bueno de su cuerpo y el vizconde se vuelve a sentir completo y lleno de vigor y de buenos sentimientos. Muchos han querido ver en esta historia una crítica a la Guerra Fría y la dualidad que ésta estaba causando.