Pinin Carpi demostró en múltiples ocasiones su talento para sumergir al lector infantil en sus narraciones. En el ocaso de su carrera, Carpi nos dejó esta nueva joya, otra más para su repertorio: “El mar al final del bosque”. Al igual que con otras, Carpi citó que sus hijos tuvieron mucho que ver en la invención de la trama. Ahí es donde reside el éxito cuando la obra es leída, pues invita a dejarse absorber por el argumento, muy surrealista y contradictorio, pero que no te hace perder el hilo. Esta vez, un pequeño protagonista es trasladado a un bosque mágico y tropical en la India. Lo que allí hallará el joven nadie lo puede adivinar, pues va desde la fauna más esperada hasta monstruos horribles, pero también piratas y astronautas. Una amalgama imposible que el único efecto que causa en el pequeño lector es el de querer saber más y más, sosteniendo la intriga hasta al final. Además, el carácter onírico de la narración, invita a usar este precioso cuento como vía de salida de los problemas mundanos, pues es un espacio de diversión asegurada.
AlfonsAberg es uno de los personajes más estimados por el público infantil en Suecia. Éste es el primer libro de su saga, y cuenta como Alfons busca cualquier excusa para no irse a dormir: que le lea un cuento su padre, lavarse los dientes, beber agua, ir al baño… Su pobre padre acaba sucumbiendo al cansancio antes que el propio Alfons.
Se consideran historias rompedoras porque muestran una familia sólo formada por Alfons y su padre. Pero, no obstante, cualquier niño puede verse reflejado en el propio Alfons, lo que ha dotado de universalidad a la obra de GunillaBergström. Las imágenes, realizadas en collage, son atractivas y complejas en cuanto a la expresión a pesar de su aparente sencillez. Por supuesto, el tono del libro es humorístico y tiene finales inesperados.