El estilo de Helen Oxenbury es inconfundible: dibujos sencillos, contornos fuertes y colores vivos. Así es como muestra la historia de “Cosquillas”, en la que aparecen niños de todo el mundo pasándolo bien. El texto es mínimo, con tan sólo una rima acompañando a un comportamiento característico infantil en cada una de las ilustraciones. La autora fue pionera en introducir el libro de cartón y es reconocida por su sentido del humor inocuo que gusta a pequeños y adultos.