Hay numerosos cuentos para niños destinados a que éstos aparten sus miedos y logren dormirse. Muchas veces, la clave para ayudar a vencer estos miedos irracionales está en los propios padres. Con un poco de imaginación y ganas es posible ayudar al niño a que concilie el sueño. Ésta es la premisa de “De verdad que no podía”, de Gabriela Keselman. Esta autora argentina utiliza un argumento rutinario y lo envuelve de misticismo e incluso magia. Marc es un niño que tiene miedo y no se puede dormir, como sucede a menudo entre los más pequeños. Lo que hace especial a la historia es cómo la madre aborda la situación, exagerando la fantasía que hay detrás de cada vez que el niño tiene miedo para que éste deje de temer. El texto de Keselman, sencillo y rico en juegos de palabras, es aderezado con las ilustraciones de Noemí Villamuz, excelentes en cuanto a expresividad y que derrochan sentido del humor. Este libro es una lección tanto para los niños como para los padres, ya que les ayudará a saber resolver esta situación tan embarazosa.
El ilustrador alemán Quint Buchholz creó este cuento como lectura de cama con una tremenda intención para mandar al niño a dormir. El protagonista es un osito que se encuentra nervioso y no suficientemente cansado, y por tanto no quiere marchar a la cama, a pesar de que sabe que es hora de ello. El texto recoge los pensamientos del osito, y es uno de los puntos fuertes de la historia. Buchholz dota a sus versos de un ritmo que transmiten cansancio, sensación de letargo y ganas de acostarse. El autor es sobro todo dibujante, por lo que también se sirve de su gran habilidad para mostrar imágenes de colores cálidos y tenues, con sensación de apagado, y definitivamente nocturnas. Para ello Buchholz emplea la técnica del puntillismo, lo cual dota de cierto realismo a cada estampa. El osito, en sus divagaciones, recordará lo bien que lo ha pasado durante el día y sabrá que si al día siguiente quiere disfrutar igual, debe descansar. Se trata de un cuento imprescindible para contar antes de dormir.
“Una noche de nieve” es la primera entrega de una serie de libros escritos por Nick Butterworth y que tienen como protagonista a Percy, el guardián de un parque. Sus relatos son divertidos pero al mismo tiempo conmovedores, rasgos que marcan mucho a los pequeños lectores. Percy vive solo en una cabaña y durante el día se dedica al cuidado de un parque. Se conforma con una vida sencilla y disfruta los pequeños placeres cuando se retira a descansar a su hogar. Percy es amigo de los animales que viven en el parque, y se convierte poco a poco como en un padre para ellos porque los cuida y además los ayuda a salir de situaciones difíciles. Estas situaciones no son tristes, en absoluto, y de hecho arrancarán más de una carcajada. El momento cumbre llega cuando Percy enferma y los animales se conjuran para hacerse cargo del parque y restaurar la salud de su querido compañero. Erizos, conejos, patos y tejones entre otros pondrán de su parte para devolverle el favor. Como vemos, es una historia en la que se acentúan los valores de amistad y compañerismo, y la reciprocidad que debe de haber en estos casos.
“La cocina de noche” es otra maravillosa obra del genial autor Maurice Sendak (más conocido por “Donde viven los monstruos”). Tanto su texto como sus dibujos resultaron revolucionarios durante su publicación en los años 60’ y 70’. En este cuento se narran las aventuras nocturnas de Mickey a través de uno de sus sueños, en el cual es diminuto y llega a su cocina, gigante, donde hay 3 panaderos. Mickey cae en el plato de la masa pero logra salir airoso antes de que lo horneen. Después, recubierto de masa, se dirige en un avión de pan hacia la botella de leche, donde se lava y además la proporciona para ayudar a los panaderos. Antes de amanecer Mickey vuelve a su cama. A los niños le suelen gustar las alocadas aventuras ideadas por Sendak, y esta, un tanto anárquica, también hará las delicias de los pequeños lectores.
Albin es un niño creado por el escritor sueco Ulf Löfgren que fue protagonista de una serie de libros. En el primero, trata de dar las buenas noches a sus amigos los animales de la granja. Pero no encuentra a ninguno de ellos. La causa es que éstos le gastan una broma, y a los niños les encanta ver dónde están escondidos. Se trata de un cuento apropiado para leer al niño antes de dormir, con frases atractivas y cortas. El perfil de Albin también resulta estimulante para un niño, ya que tiene una gran imaginación para salir de los problemas, mostrando siempre esperanza y actitud positiva ante ello. La obra de Löfgren gira en torno a la comprensión emocional del niño y a la importancia de usar la imaginación en el día a día. Sus dibujos son simples y simpáticos.