Lo primero que tenemos que decir de este libro es que es bilingüe en casi todas las ediciones.
Este pequeño cuento, esconde un gran problema; la falta de comunicación entre padres e hijos, siempre que Bernardo intenta hacer algo con sus padres, ellos siempre le dicen que están ocupados, y le responden: " Ahora no, Bernardo", cuando sale a jugar al jardin, un monstruo se lo come y lo sustituye, pero sus padres no se dan ni cuenta, le dan la cena, le dan el vaso de leche antes de dormir, etc, y el monstruo no puedo creerselo, " pero si yo soy un monstruo", pero sus padres siguen contestando: "ahora no, bernardo". Aunque es un tema muy duro y profundo, el cuento lo trata con humor, y los niños llegan identificarse con Bernardo y el monstruo, con su soledad. Tenemos que destacar las ilustraciones, por llamativas y expresivas,