Un tren lleno de regalos para los niños del otro lado de la montaña se queda parado, porque se estropea la la locomotora. Un payaso de entre los juguetes se convertirá en el lider que pedirá a otras locomotoras que lo ayuden, pero todas se niegan a colaborar, desde una vieja locomotora que no tiene suficiente fuerza , un tren de lujo que no quiere realizar una tarea tan poco selecta, incluso uno tren de carga que tiene demasiada prisa por llevar su mercancía. Pero la pequeña locomotora azul, aunque no está segura de poder conseguirlo, decide ayudar al payaso, tiene un pitido muy pegadizo mientras sube la ladera " creo que puedo, creo que puedo", al final consigue su objetivo y exclama un exultante bufido: " ¡Sabía que podía, sabía que podía!.
Este cuento está inspirado en otro cuento llamado " Thinking One Can", que se traduce " Pensar que uno puede" de Mary C. Jacobs, esta versión de Watty Piper se convirtió en el texto más popular.
El mensaje que el libro intenta transmitir es: El esfuerzo siempre da resultado. El libro es muy popular entre los niños ya que a los niños les gustan las canciones repetitivas y también las locomotoras antropomorfas, además es de las pocas locomotoras humanizadas de sexo femenino de la literatura.