Marie Colmont es una de las figuras de la literatura infantil francesa más reconocidas, y con ella lo es “Marlaguette”. La protagonista es una niña que se hace amiga de un lobo de la forma más insospechada cuando es atacada por el animal mientras pasea por el bosque. Curiosamente, el que sale dañado es el lobo, y Marlaguette se vuelca en cuidarlo. A partir de ahí se forma una amistad en la que la niña intenta instruir al lobo para no hacer daño a los demás. Pero la educación de Marlaguette va más allá de los principios de la naturaleza, y la niña se da cuenta de que hay cosas que son imposibles de cambiar. Por ejemplo, el lobo no puede alimentarse de forma vegetariana, y Marlaguette debe entender esto. Finalmente ambos amigos se separan quedando una estupenda relación entre ellos. Colmont supo describir a la perfección esta especie de fábula en la que se hace hincapié en el respeto por las diferencias del prójimo como base de una buena amistad.
Los cuentos de Leo y Popi discurren a través de situaciones cotidianas que para el protagonista suponen pequeñas aventuras. Leo es un niño que tiene un mono de peluche llamado Popi. Como todo peluche, Popi carece de movimiento alguno, pero ante el lector se muestra como un mono real a causa de que cobra vida gracias a la imaginación de Leo. Esta serie de cuentos ha acompañado a niños de todo el mundo durante décadas, especialmente en Francia e Inglaterra. Helen Oxenbury es la encargada de ilustrar con sus característicos tonos pastel y la ausencia de fondo, lo que hace que los detalles sean más vívidos. El principal mensaje es cómo la imaginación de un niño puede llevarle a creer cosas que no son reales como ciertas, y lo feliz que puede ser gracias a ello. Todo ello derrochando inocencia y calidez, y un lector infantil verá a Popi como un amigo suyo más. Todo un clásico de los cuentos infantiles de niños y peluches.
Michka es un oso de peluche que pertenece a una niña malcriada y caprichosa llamada Elizabeth. Un día, harto de ser maltratado, Michka se escapa de la casa en la que vive para disfrutar de libertad. Al descubrir el mundo exterior, en ese momento todo nevado, decide que no quiere volver a ser juguete. Michka saborea placeres que nunca había imaginado y se entera casualmente que la Navidad está cerca. En ese momento decide realizar una buena acción y se ofrece a ayudar a un reno a repartir regalos a los niños. Sin embargo, en el último hogar de todos el niño es pobre y ya no quedan regalados para entregar. Finalmente, Michka decide ser él mismo el regalo y renunciar a su independencia de nuevo. La historia de este osito de peluche es una de las más famosas de la francesa Marie Colmont, y trata hábilmente valores de justicia, bondad y libertad.