El boom de las novelas que fueron una crítica al racismo inherente en Estados Unidos tiene un buen ejemplo en “La danza de los esclavos”. Premiada con la prestigiosa Medalla Newbery en 1974, Paula Fox nos habla desde un punto de vista nada habitual en estas historias, el de la persona de raza blanca que supuestamente debe reprimir a los esclavos. El protagonista es Jessie Bollier, un chico que es secuestrado a la fuerza de su Nueva Orleans natal para ser llevado a bordo del Moonlight. En dicho barco un número considerable de esclavos son transportados a Cuba. Jessie debe actuar como negrero, pero su naturaleza bondadosa le hace sentir cada vez más asco por los comerciantes y explotadores de personas. Su actitud acaba dejándolo en un peligroso umbral entre ambos bandos. Jessie toca una pequeña flauta para animar a los esclavos, pero sólo se siente cómplice de los esclavistas. Ese sentimiento lo acompañará de por vida, y su participación en el intercambio de esclavos convertirán a Jessie en un ser infeliz sin oportunidad de redención. Otro ejemplo más de la brutalidad histórica que fue la esclavitud.
“Madlenka” es un libro de Peter Sis basado en la propia hija del autor. Este checo, residente en Estados Unidos de 1984, lleva a cabo una adaptación y compendio de sus experiencias pero desde el punto de vista de una niña. Madlenka vive en Nueva York, en el Lower East Side. Como todo pequeñajo, le gusta exagerar todo aquello que lo sucede, y cada mínima experiencia la vive como un gran evento. De hecho, el punto de partida es la inminente caída de un diente. Con este argumento, Madlenka se recorrerá su barrio para visitar a sus vecinos, los cuales tienen orígenes muy diversos: Asia, África, Europa o Latinoamérica. El propio Peter Sis aporta las ilustraciones, las cuales son en tinta y que representan el punto de vista de Madlenka. Sis pretende acercar a los niños un mundo fascinante, y a hacerles ver que hay que vivir las nuevas experiencias empapándose de ellos y de forma estimulante.
La historia de este peculiar libro pretende exponer un comportamiento habitual en muchos gatos: su manía por esconderse en los recovecos. La autora es Eve Sutton, la cual se inspiró en un gato que ella misma había tenido. Para las ilustraciones contó con la ayuda de su prima, Lynley Dodd, para la cual fue su primer libro pero que a la postre se convertiría en una famosa ilustradora. El gato protagonista es amante del escondite, de desaparecer dentro de cualquier tipo de caja. Su personalidad es contrastada con gatos de todo el mundo, los cuales son más aventureros y tienen pasiones más mundanas. El texto presenta buenas rimas siguiendo un patrón, y las ilustraciones divierten al mostrar a los gatos de otros países con sus trajes tradicionales. El misterio que rodea a los dibujos en los que aparece el protagonista también suscita el interés de los más pequeños.