El matrimonio Sandberg vuelve a la carga con otra historia en la que un travieso niño es el protagonista. Esta pareja de suecos, los cuales colaboraron mutuamente durante más de 50 años y que crearon más de un centenar de libros infantiles, no se cansaron de reivindicar la importancia de la infancia. Se trata de una época donde el niño puede divertirse, jugar e incluso hacer travesuras con relativa impunidad. Por eso hay que aprovecharla. En este cuento, el protagonista, Polvoriento, es un niño revoltoso que quiere inmiscuirse en todas las tareas del hogar. Cuando su madre se va a hacer la compra, se queda con su abuelo haciendo crepes. Pero Polvoriento sólo hace que meter las manos en la masa y lleva a su pobre abuelo por el camino de la amargura. A la vuelta, la madre se encuentra al abuelo cansado de controlar al nieto y Polvoriento todavía derrochando energía. Los libros de los Sandberg siempre derrochan energía, y éste no es una excepción.