“El niño aguacate” es a la vez un relato surrealista pero moralizante. Lo imposible de la trama lo convierten además en una historia muy cómica. El protagonista es el bebé recién nacido de la familia Hargreaves. Todos los miembros de esta familia están bastante delgados y son de complexión débil. Los padres, por ello, tienen miedo de que su nuevo hijo sea así. Entonces se obsesionan con alimentarlo bien, lo cual resulta contraproducente porque el bebé empieza a rechazar la comida. El punto de inflexión llega cuando le dan un aguacate y el bebé adquiere una fuera sobrenatural. Como consecuencia, empieza a llevar a cabo acciones típicas de una adulto musculado: mover coches, desplazar muebles, ahuyentar malhechores, etc. El señor Hargreaves se ve obligado a advertir al vecindario de que tiene un bebé forzudo. Como en otros libros, John Burningham muestra su habilidad para el texto cómico complementado con ilustraciones graciosas del bebé poniendo a prueba su poderío.