Las ilustraciones de “Un wombat de lana”, de Kerry Argent, son un punto a favor de este genial libro infantil australiano. Están repletas de detalles y color, efectuadas a lápiz y acuarelas. Por ellas desfilan variopintos animales de la fauna del país austral, como wobats, koalas, canguros, echidnas y ornitorrincos. Se trata de una perfecta aproximación a esta tierra tan fascinante, todo con una historia como trasfondo. Los animales citados se comportan como si fueran humanos, como si realizaran actividades propias de la sociedad australiana. Y saben disfrutarlas. Toman el sol, bailan, cocinan, y se bañan, entre otras cosas. En conjunto, se trata de un cuento muy didáctico, tanto porque te acerca a una cultura distante, como porque te enseña animales e incluso conceptos como los colores y los números. Se trata de un paradigma de libro digno de ser leído en voz alta al tiempo que uno se deleita con sus dibujos.