Allan Baillie y Jane Tanner, autor e ilustradora, formaron un tándem para sacar a la luz uno de los libros más peculiares publicados. “Drac y el Gremlin” es un cuento que tiene como particularidad el narrar dos historias aparentemente diferentes pero en el fondo iguales, todo es cuestión de la interpretación. Y es que el texto parece ir por un lado y las ilustraciones por otro. Los dibujos embelesan al lector, pues el estilo de Tanner es muy sensorial y realista, realmente evocador. Además, se manifiestan sensaciones positivas y alegres. No tan optimistas son las palabras de Baillie, quien muestra que el trasfondo es más serio y grave. Flores, animales, reinas, magos, monstruos, dragones y un sinfín de imaginativos personajes pueblan “Drac y el Gremlin”, un experimento de literatura infantil que ningún pequeño lector debería pasar por alto.