Este libro supuso un “boom” en Reino Unido entre los libros infantiles, con solapas que se abren. Aunque puede parecer repetitivo y sencillo, introduce figuras literarias entre su texto. La historia es carente de cualquier tipo de maldad, y permiten la conexión entre el lector y los animales que aparecen. En ella, un niño solicita al zoo una mascota, y el zoo le va enviando uno por uno los diferentes animales en cajas para que se decida. Acaba rechazándolos todos excepto el último, por distintas razones. Por tanto, mezcla una situación cotidiana con un aspecto imaginativo sólo presente en la mente de los niños.