Lilo es uno de los innumerables ejemplos de animal realmente feroz que es humanizado en un cuento infantil. Además, de forma muy entrañable. Este cocodrilo vive en una casa en Nueva York acogido por la familia Primm. Lilo es muy popular en su barrio, su madre adoptiva lo quiere y ayuda a su hermano con los deberes. El único vecino que no lo soporta es el señor Gruñón, porque vuelve loca a su gata Loretta. Cuando un día Lilo se pierde en el supermercado, el señor Gruñón lo captura y lo lleva al zoo. Finalmente Lilo es rescatado y vuelve a casa. Las ilustraciones muestran un animal inseguro y afable, derrochando alegría. El texto es puro ingenio. Sin duda, esta obra de Bernard Waber aúna a la perfección moraleja y entretenimiento.