Este maravilloso libro de P. D. Eastman está repleto de perros en situaciones de lo más variopintas. No existe una trama única. Muchos perros de distintas razas disfrutan de vivencias extravagantes pero a la vez muy humanas. El texto es monosilábico principalmente, lo que ofrece un ritmo repetido y rimado. Se considera una obra perfecta como vínculo entre los cuentos contados a los niños y los leídos por ellos mismos. Además de los perros, un factor común son los distintos tipos de vehículos en los que aparecen. La sencillez y diversidad le aportan magia a esta obra.