El protagonista de “Soy el pequeño yo” es un animal indefinible que no encuentra su lugar en el mundo a causa de que no sabe qué es realmente. Viaja para compararse con otros animales y, aunque tiene rasgos de unos y otros, no es como ninguno de ellos. En su periplo es tratado de muchas formas diferentes, causando grandes emociones en el animal a medida que su decepción por su crisis de identidad crece. Finalmente, se replantea la importancia de dicha pregunta y se responde a sí mismo: “¡Yo soy yo!”. Así, se hace hincapié en sentirse conectado con los demás pero sin perder la propia personalidad. Cada uno es como es, y debe quererse por ello. Mira Lobe lo explica muy bien en este fenomenal cuento, ilustrado atractivamente por Susi Weigel.