“La zarigüeya mágica” se convirtió al pronto de ser publicado en 1983 en un clásico instantáneo de la literatura infantil australiana, y en el más exitoso de su tiempo. Como otros libros de los países australes, en éste se pretenden mostrar aspectos de la idiosincrasia de esta nación. Desde la fauna hasta la gastronomía y el paisaje. Los protagonistas son una abuela zarigüeya y su nieta. La abuela suele hacer magia, y sabe volver a su nieta invisible. No obstante, el lío se monta cuando no sabe deshacer el hechizo. La abuela recuerda que tiene algo que ver con lo que comen los humanos. Esto se convierte en una excusa para viajar por toda Australia degustando platos típicos al tiempo que la nieta empieza a reaparecer. Más adelante, ante lo genial que ha sido la experiencia para ambas, pues han conocido a canguros, koalas y serpientes, deciden repetirla año tras año para asegurarse que la pequeña zarigüeya no vuelva a desaparecer. La historia, de Mem Fox, está perfectamente complementada por las acuarelas de Julie Vivas. En las ediciones internacionales el cuento contiene anexos en los que se muestra en un mapa la travesía de las zarigüeyas por Australia y los platos que han saboreado.